Infantilización y discapacidad

    Hoy en día nosotros, las personas con discapacidad, vivimos en una sociedad que nos infantiliza. Se nos habla en un tono extremadamente dulce como cuando éramos niños pequeños: "Ay, ¡Hola cariño!, ¿Qué tal te ha ido el día en el cole hoy?, ¿Te has divertido con tus amiguitos?" Cuando la gente utiliza los diminutivos para dirigirse a nosotros, las personas con discapacidad, ya no se está de broma, tanto con los amigos como con la familia. "Mi niña, chiquitita, cachorrita, etc.", ¿Le encontráis el sentido de ese tono demasiado dulce? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo.

    Imagina que te vas de viaje en avión con tu familia y de repente se acerca a ti una azafata de vuelo y te regala un juguete o un libro para colorear. 

    Te infantiliza utilizando diminutivos en el lenguaje porque ha visto que eras bajita y te termina confundiendo con una niña de 5 años en vez de preguntarte la edad. ¿Le encontráis el sentido? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo.

    También nos volvemos invisibles cuando vamos a un sitio y de repente una persona en vez de que se dirijan a ti para hablarte como adulta, que puede hablar perfectamente, le terminan hablando a tu acompañante. Él o ella serán quienes terminen respondiendo todo por ti. ¿A que no le encontráis el sentido? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo

  También se nos infantiliza a las personas con discapacidad cuando en medio de una conversación por videollamada a través de una aplicación gratuita como Skype o Teams va la persona que tienes sentada a tú lado te interrumpe a ti para que te calles y sigue con la conversación que tenian con la otra persona que esta al otro de la pantalla de ordenador y móvil antes de que tú empezaras hablar y tú te quedas callado. ¿A que no le encontráis el sentido? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo.

    También te infantilizan cuando te encuentras un grupo de personas, que repente cambian de tema de conversación o se quedan callados y ellos mismos generan un silencio incomodó del que salir porque no quieren que des tú opinión de lo que estaban hablando antes de que tú llegaras donde estaban ellos hablando. ¿A que no le encontráis el sentido? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo.

    En esta sociedad actual es vergonzoso que haya gente que tenga la cara dura de hacer preguntas ridículas como estas, por ejemplo: ¿Tú para que quieres trabajar sino lo necesitas?, ¿Para qué quieres independizarte e irte a vivir sola si no puedes hacer casi nada tu sola? Por el hecho de estar en silla de ruedas. Y yo os pregunto: ¿Vosotros le encontráis el sentido? Pues yo tampoco le veo el sentido, pero hay gente pa´to en este mundo. 

     También se infantiliza a las personas con discapacidad cuando se les niega el acceso y el control pleno de cualquier cuenta bancaria que le haya abierto algún familiar o cuando se le prohíbe tener tarjetas de crédito o una tarjeta monedero donde solo se recargue una pequeña cantidad de dinero. Te infantilizan porque te dicen que no sabes manejar bien las cantidades en efectivo y que por eso no tienes permiso para controlar el dinero que no es físico si no digital. ¿Vosotros le encontráis el sentido? Porque yo no por una simple razón y es que las personas con discapacidad hemos tenido que aprender solos a manejar el dinero en efectivo de la mejor manera posible.

    Imagina que tú, como cualquier persona con discapacidad, quisieras hacer cosas para reivindicar tus derechos, que de repente el resto de gente viene y te dicen, como si fueras una niña pequeña, que ellos ya hacen cosas todos los días al respecto para defender tus derechos, y que no hace falta que tú hagas nada con respecto a eso. Entonces nos hacéis invisibles. ¿Vosotros le encontráis el sentido? Porque yo no, por una simple razón y es que las personas con discapacidad también merecemos tener la oportunidad de luchar por nuestros derechos, sin tener que depender de nadie todo el tiempo. 

  Considero que esas actitudes no son adecuadas para que se dirijan a nosotros, las personas con discapacidad. Son las que nos terminan volviendo personas invisibles ante el resto del mundo y también nos convierten en personas mucho más sensibles. Solemos enseñar nuestros sentimientos mucho más que el resto de la gente que nos rodea y nos vuelve más vulnerables. Al convertirnos en personas manipuladas y dependientes emocionalmente solemos buscar la aprobación del resto, de la sociedad actual, y siempre solemos tener la autoestima baja. Nosotros mismos terminamos por creernos que no somos capaces de hacer nada y en realidad somos capaces de comernos el mundo.

Así que si a alguien le molesta lo que digo o como lo digo que deje de seguirme porque os digo una cosa: Como dice el estribillo de una canción de Alaska: ¿A quién le importa lo que yo haga?, ¿A quién le importa lo que yo diga? Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.

Rocío Granda.

   


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